Hoy, mientras hablaba con un amigo, este me ha hecho una pregunta directa en referencia a mi persona, podría haberse tratado de cualquier cosa, gustos, fobias, experiencias pasadas, intereses futuros... la pregunta en si es completamente intrascendente. Lo que me lleva a la reflexión es lo que ha sucedido después. Cuando ya dabamos por zanjada la conversación, este me ha dicho: “Bueno te dejo con esta pregunta: ¿Porqué cuando te he preguntado por tus alergias, tú no has correspondido haciendo lo propio?. Y entonces me he quedado pensando sobre ello... Lo primero que me ha venido a la cabeza es que soy muy egosita (autoinculparme se me da tan bien...), me he visto como un ser egocéntrico al que más bien le importan poco sus amistades... Pero luego, me he dicho, ¡no mujer!, claro que me importan..el que en ocasiones no me muestre interesada en conocer determinada información, no significa que esa persona no me importe... al igual debería ser más diplomática y saber cómo interactuar en cada instante con los demás... pero, ¡joder! Eso es agotador, y más si se trata de un amigo pues...las formas y los buenos modales a veces están de más, ¿no? Que sí, que es a quienes más hay que cuidar, a los que realmente importan, y la mayoría del tiempo estamos más preocupados por quedar bien con el resto del mundo, gente a la que sí no importamos una mierda, y para que engañarnos, tampoco a nosotros ellos... que quien verdaderamente lo merece...
Por otra parte... luego me ha venido la más inquietante de las preguntas internas... ¿Y si yo no le importo un carajo y me había hecho la pregunta inicial con la intención de que yo se lo preguntase también y explicarme sus múltiples alergias?? ¿Y si en el fondo lo único que mi amigo desea es saciar sus necesidades individuales?¡Puto egoista de mierda! (ainsssss debo aprender más a echar la culpa siempre a los demás, que a gusto se queda una)
Inabordables
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El corazón no es una fortaleza inexpugnable porque siempre puede volver a
ser conquistado.
Hace 13 horas