sábado, 7 de noviembre de 2009

...el trabajar

Si todo el año fuera vacaciones,
encontrar la forma de divertirse
cansaría más que trabajar.

William Shakespeare


Agradecidos pues, por poder trabajar, no consideremos que el trabajar dignifica al hombre, en todo caso, nos alivia la espera. Se me ocurre otra frase:

La vida es aquello que nos pasa mientras nos empeñamos en hacer otros planes.

Algo así venía a decir Lennon, pero vamos, porque sería el primero en registrarlo como suyo, porque a muchos otros se nos había ocurrido pensarlo y sin saber que era del difunto beatle, a unos le pasa la vida y a él le pasó una Yoko Ono, supongo que una muestra más de aquello que nos sucede sin buscarlo...

Otra de las ventajas de tener que ir a trabajar es que te puedes quejar de ello y hacer tu vida menos miserable, porque en el fondo, sabes que si no tuvieras que ir, el resto del día sería un auténtico coñazo. Sí, claro, luego están los convencidos de que si tuvieran dinero a mansalva que les permitiera vivir a su antojo sin preocuparse de lo que cuestan las cosas, o tener con qué pagarlas, la vida sería infinitamente mejor para ellos... bueno, desde el punto de vista de alguien que no tiene dinero para vivir así es un pretexto bastante bueno, aunque ciertamente, también un argumento muy materialista... ¿Y lo enriquecedor que es saber el esfuerzo que cuesta conseguir las cosas? Vale, muchos se estarán riendo, pero, ¿Si pudieramos conseguir todo aquello que deseásemos con un chasquido de dedos, lo sabríamos valorar? Es importante apreciar las cosas, pues, ¿De qué serviría vivir con todo tipo de lujos, disfrutar de exóticos viajes, bañarse con el agua siempre a la temperatura exacta que nos gusta, si desconocemos qué es carecer de todo esto?

Así es que, creo que una de las cosas por las que el trabajo es importante, es para valorar el tiempo de ocio que resta. Y a mí, en estos momentos, se me termina, que tengo que irme a trabajar.