lunes, 24 de noviembre de 2008

El Manifiesto Desastre, by Nacho Vegas



Ya queda menos, el próximo lunes podremos escuchar el resto de las canciones que componen su nuevo álbum. En su mySpace, están colgadas Dry Martini,SA y Detener el tiempo.












"Dry Martini, S.A."
"Detener el tiempo"
"Junior suite"
"Lole y Bolan (un amor teórico)"
"El tercer día"
"Nuevas mañanas" (Guy Clark)
"Crujidos"
"Mondúber"
"Un desastre manifiesto"
"En lugar del amor"
"Morir o matar"

domingo, 23 de noviembre de 2008

VII Parte

Se echó la mano al bolsillo y palpó el móvil. No recordaba que lo llevaba ¡Claro! Podría llamar a Juan y pedirle que fuera hasta su casa, o por lo menos, hasta lo que a día de hoy creía ser su casa. Alguien que pudiera darle algo de lucidez a todo aquel asunto, alguien en quien confiaba y no le tacharía de loco, cosa que temía haría la policía al explicarles su historia. Demasiadas preguntas para las que ni él mismo tenía respuesta.

Marcó el número tres, lugar en el que tenía en la memoria a su amigo, trás cuatro timbradas, una voz de mujer atendía con un mensaje el cual parecía proceder de un contestador automático. “El horario de nuestras oficinas es de lunes a viernes de nueve a seis de la tarde, rogamos nos llame en otro momento y disculpe las molestias, o bien puede dejar un mensaje después de la señal y en cuanto nos sea posible nos pondremos en contacto con usted. Gracias”. –Coño Juan, soy yo, ¿Qué clase de broma es esta?- No le dió para decir nada más. Colgó. Pero empezó a dudar de que se tratase de una macabra broma. ¿Cómo podría haberse puesto de acuerdo tanta gente para simular que todo el edificio en el que vivía no era tal y como lo recordaba?

Empezó a recapitular, tenía la cartera pero sin dinero, ni carnets, ni nada que pudiera identificarle. El edificio en el que creía vivir no era tal, y nadie le había reconocido, puede que entonces no fuera quien hasta el momento en el que recobró la consciencia en aquel lavabo creía ser. Entonces, ¿Quien coño era? Tenía en su memoria toda una vida que por lo visto no tenía nada que ver con la realidad, y no disponía de ninguna pista que le condujera hacía quien era. ¿Le habrían borrado la memoria, y le habrían insertado otra falsa para volverle loco? ¿Pero acaso eso mismo que estaba pensado no era de por si una locura? Había visto demasiadas películas de ciencia ficción. Cómo esperar allí sentado a la policía e irles con semejante cuento ¿Y si constaba en los archivos policiales como algún delincuente perseguido? Su imaginación empezaba a desbordarle, pero dados los recientes acontecimientos primero tenía que averiguar quien era.

Salió corriendo del portal a tiempo que veía girar al final de la calle un coche patrulla de la policía. La amenaza del energúmeno que le empujó había resultado cierta. Entonces, el simulacro de una ficticia suplantación de identidad podía descartarlo. Definitivamente aquella no era su casa.

Pensó que volver al bar donde al parecer había empezado todo podría ayudarle a esclarecer algo, pero como no tenía dinero, prefirió quedarse fuera, justo en la acera de enfrente. Se apoyó en la pared y empezó a repasar todos los número que contenía la agenda del móvil. Ninguno le resutaba familiar.

De repente, un hombre se detuvo junto a él, empezó a hablarle a una distancia demasiado corta como para tratarse de un desconocido, es evidente que mantenien algún tipo de relación, pero, ¿Cual podría ser su vínculo?

-¿Se puede saber qué haces aquí afuera con este frío?¿Y porqué tenías que citarme en el culo del mundo? Sabes que no me gusta el extrarradio, pero tranquilo, entiendo que toda precaución es poca.- Le observaba con desconfianza, pero intentando mantener la calma y aparentar cierto estado de normalidad, aunque su primer impulso había sido decirle que no tenía ni idea de quien narices era, había preferido esperar a ver qué le descubriría acerca de él aquel individuo.


Tú eliges:

A) El personaje se deja llevar por el desconocido hacía el bar, pues parece que se habían dado cita previamente en el aquel local. Sea quien sea, con toda la gente que había en él, puede sentirse seguro de que no le puede suceder nada malo y con la conversación puede obtener información.

B) El personaje sugiere ir a otro lugar más reservado, lo de toda precaución es poca le ha dado ha entender que su cita contiene un grado de clandestinidad por motivos que todavía no conoce y en el bar hay demasiada gente con los ojos puestos en él. Y por otra parte, su nuevo amigo puede que le conduzca hacía un nuevo escenario en el que pueda descubrir más cosas sobre si mismo.

jueves, 13 de noviembre de 2008

7

1.Linquea al que te ha tagueado y pon estas normas en tu blog.
2.Comparte 7 hechos sobre ti en tu blog, algunos al azar, otros curiosos.
3.Taguea a 7 personas al final de tu entrada dejando sus nombres y los enlaces a sus blogs.
4.Hazles saber que han sido tagueados dejando un comentario en sus blogs.
5.Si no tienes 7 amigos, o si alguno ya fue tagueado por otro, entonces busca a algún extraño insospechado.

Desde Sisterboy Drama se me taguea para seguir esta cadena. Leyendo las normas, tampoco me queda claro si los siete hechos deben guardar relación con los 7 pecados, o eso es como en los rumores, en los que la gente va añadiendo detalles que ya nada tienen que ver con la historia original, derivando en una nueva sin relación alguna con la original. El caso es que voy a aprovechar la idea de los pecados como punto de partida para explotar, una vez más mi vena exhibicionista, pues por más que nos neguemos, maldigamos, etc... al final nadie nos obliga a hacer esto. Bueno, en mi caso tengo ahora mismo a un extraño tipo apuntando con una pistola sobre mi cabeza, pero eso no me coacciona en absoluto, eh?

Vamos al tema pues:

1) PEREZA: El mayor de mis pecados, yo no pondré el veredicto, pues admito mi culpa en todos los estados. Podría pasarme días enteros retozando sin más. Incluso divertirme me causa pereza.

2) GULA: Lo único que no me causa pereza, comer aquello que me gusta, fundamentalmente dulces. No tengo medida. Quizás para un plato de verduras me parece tener el estómago lleno, pero luego me pones un pastel delante y este se convierte en un pozo sin fondo.

3) IRA: Mis arranques de ira me anulan, después recapacito, pero tal vez ya sea tarde por mi carácter impulsivo. Digamos que soy de aquellas personas que tienen un "mal pronto". No voy a echar más tierra sobre mi propio tejado, pero se de quienes podrían dar testimonio de ello.

4) LUJURIA: No seré yo quien ventile a los cuatro vientos mi lascivia, pero confieso que la pereza me puede una vez más, y tal vez peque de lujuriosa más de pensamiento que de acción.

5) SOBERBIA: ¿Soberbia YO? ¿Cómo alguien a quien en más de una ocasión acusan de infravalorarse puede pecar de arrogancia? Bueno, pues por contradictorio que suene, se puede. Lo peor de todo es ser un engreído sin méritos de qué presumir, pero he de admitir que, cuando estoy segura (que pocas veces ocurre) de que algo se me da bien, soy de lo más soberbia. Quizás ese punto de inseguridad que me caracteriza sea un mecanismo de defensa para que el resto de la humanidad no me deteste.

6) ENVIDIA: En la mayoría de ocasiones me alegro por los logros y las alegrías ajenas. No soy de las personas que sonríe y por dentro está que rabia, mientras le corroe la envidia, pero, ¿Quien no ha sentido envidia alguna vez? Sólo que lo manifiesto públicamente, pero eso no me hace menos "pecadora".

7) AVARICIA: El menor de mis pecados. Materialmente no soy avara, salvo si se trata de apoderarse de la porción de postre más grande, entonces soy capaz de sacar uñas y dientes, mis ojos voltean y salen de sus órbitas, siguiendo con la mirada cada uno de los movimientos de los comensales, y sin perder de vista el trozo deseado.

Bueno, después de esto, mi imagen seguro que ha quedado mucho más limpia de lo que ya estaba. En resumidas cuentas, soy un encanto de mujer. Algún día hablaremos de los comportamentos humanos en la más estricta intimidad, aquello de lo que nadie se atreve a confesarse pero que, cuando lo ve reflejado en lo ajeno se siente profundamente identificado. O tal vez no, existen fronteras las cuales mejor no traspasar.

Y ahí va la lista de tagueados:

Arual

Lena

Neo

Pilar M Clares

Canichu

Chico Gris

FMOP

No se me enfaden, no están obligados a seguir esta cadena, pero si deciden hacerlo, tengan en cuenta que pueden echar toda la imaginación que quieran en su enfoque.

Y para que llegar hasta aquí el post no os haya parecido una pérdida de tiempo... algo de música:

martes, 11 de noviembre de 2008

VI Parte

Despertó. Un fuerte olor a orina inundaba sus fosas nasales. Estaba empapado. Se estaba convirtiendo en una costumbre eso de quedarse inconsciente y recuperar la consciencia tumbado en el suelo sobre algún charco, sólo que esta vez se trataba de uno de meados. Echó un vistazo a su alrededor, el lugar le resultaba familiar. Había estado ahí con anterioridad. Se levantó y recuperó la compostura, el hedor era realmente espantoso. Con remilgo se desprendió de la chaqueta, la prenda de vestir que más mojada tenía. Se lavó la cara y se mojó el cabello peinándolo hacia atrás con sus dedos. Palpó sus bolsillos, aparentemente tenía todas sus pertenencias: cartera, llaves, móvil... ¡zapatos!
Salío de aquel infecto servicio. Al momento, aquellas piernas junto a la barra le recobraron el sentido, todavía estaba en el bar. Debía haber sufrido un desvanecimiento en el lavabo, explicando así el porqué estaba tirado en el suelo, pero ese sueño... parecía tan real... todavía sentía un dolor punzante en su nuca, aunque era normal, pudo haberse golpeado contra algo al caer.
La mujer de la barra salió del local acompañada por otra. Eso le parecía haberlo vivido.
Sacó la cartera para pagar su café, pero al abrirla comprobó que estaba vacía. No tenía dinero, sólo un cartón emulando un carnet de identidad, como los que hay cuando compras un billetero nuevo.
-La señora pagó su consumición- Le dijo el camarero que le miraba con recelo, giró la vista hacía la chaqueta que llevaba en la mano y que goteaba ligeramente. Volvió a clavar su mirada en sus ojos.
Los viejos de la partida de dominó habían detenido el juego. También le observaban con atención. Parecían pendientes, a la expectativa de algo. Aquello estaba resultando demasiado extraño. Por suerte, no tenía que vérselas dando explicaciones de porqué no llevaba dinero cuando creía haber salido de casa con 20 euros. Por no decir la falta de sus carnets y targetas.
Era de noche y no llovía, estaba aturdido y desconfiado, algo en su interior le llevó a tomar un camino distinto para acudir a su casa.
Cuando llegó al portal la puerta estaba abierta. Empezó a subir las escaleras. Cuando llegó al segundo piso miró hacía el 2ºA sintiendo un estremecimiento recorrer su cuerpo. Hubiera jurado que hacía pocos minutos estaba dentro de ese piso intentando llamar a la policía y siendo drogado por alguna sustancia desconocida. Se apresuró en la subida. Se detuvo frente a su puerta, pero al intentar introducir la llave no entraba. Al momento oyó ruido en el interior y como un hombre corpulento abría desde dentro de su propia casa.
-¿Qué está haciendo?- El robusto desconocido se dirigió hacía él como un energumeno empujándolo hasta golpear su espalda contra la otra puerta.
-Yo vivo aquí- Increpó.-¿Que coño está haciendo en mi casa?.
-Chalado, majareta. Ya te estás largando porque ya mismo estoy llamando a la policía.- Y cerró de un portazo.
-¡Eso! Tú llama, vamos a aclarar que mierdas está pasando aquí.
Bajó hasta el segundo piso, hecho una furia y mamporreó la puerta de la vieja. Una mujer con un niño de unos dos años en brazos le abrió. El recibidor no tenía en absoluto el aspecto en el que momentos previos él había estado. Perplejo, dió un paso atrás y miró el rótulo que indica la planta en la que estaba, no había equívoco, estaba en el segundo. No entendía nada de lo que estaba pasando.


Tú eliges:

A)Alucinado por los acontecimientos, espera en el rellano a que llegue la policía para aclarar el embrollo.

B)Recuerda que todavía tiene su móvil, lo saca de su bolsillo para llamar a su amigo Juan. No comprende la pesadilla que está viviendo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

lunes, 3 de noviembre de 2008

V Parte

-¿Que desea?
-Hola, buenas tardes, verá, soy el vecino del tercero, y bueno, acaban de atacarme en plena calle, me han golpeado y robado. Necesito ayuda, necesito llamar por teléfono...
Mientras se explicaba, la mujer, que se había ocupado de abrir la puerta protegida con un seguro, inspeccionaba con la mirada de arriba abajo a aquel desconocido sin zapatos que le pedía auxilio frente a su puerta.
-Espere aquí.- Le dijo y cerró la puerta. Al cabo de un minuto volvió a abrirla y le tendió una toalla para que pudiera secarse.- Pensé que estaba de mudanza. Han estado toda la tarde subiendo y bajando muebles y cajas.
-¿Cómo?- Subió las escaleras de cuatro en cuatro escalones hasta alcanzar la siguiente planta. La vieja, ya más confiada, había quitado la cadena de seguridad y curioseaba entre el hueco de la escalera hacia arriba para ver si podía captar algo. La puerta, como era de esperar, estaba cerrada. Bajó de nuevo hasta el segundo piso.
-Déjeme llamar a la policía. Necesito entrar en mi casa.
-Claro, hombre, claro, tranquilo. No pasa nada, ya verá como todo se arregla.- Le hizo pasar hasta la sala de estar, y le indicó tomar asiento en un sillón junto a una mesita en donde tenía el teléfono- Usted mismo, voy a prepararle una infusión para que entre en calor mientras tanto.
La casa era vieja, fría y sombría. Las paredes, cubiertas por un enmohecido y desconchado papel estampado, clásico de los años 70, indicaban que hacía mucho tiempo que nadie se había ocupado del mantenimiento de aquella ruinosa vivienda, las cortinas estaban cerradas, confeccionadas por un tupido material similar al terciopelo, de un color verde oscuro, cubrían desde el techo al suelo impidiendo la entrada de luz natural. No daba crédito de como podía haber estado viviendo esos años sobre aquel apartamento siendo el suyo un loft confortable y moderno. Parecía que entre las dos casas hubiera entre ellas 50 años de diferencia, y sólo les separaba un tramo de escaleras.
La mujer entró en la habitación portando una bandeja con los bártulos propios de una sesión de té. La depositó sobre la mesa que había enfrente y ella se acomodó en un costado del sofá junto al butacón de su inesperado invitado. Le sirvió una taza, y se la acercó, alargando sus flacas y huesudas manos.
-Debería quitarse esa ropa mojada, le iré a buscar algo para que pueda ponerse. Espero que no le importe que sea de mi difunto marido, estoy segura que le vendrá bien.
Sonó el timbre. Qué rápido han venido, pensó. La mujer fue hasta el recibidor, mientras,
al levantarse empezó a sentir un mareo, la visión borrosa, todo le daba vueltas. Oyó en la lejanía, cada vez más confuso, el diálogo entre susurros de varias personas, le pareció distinguir en el murmullo la voz de la vecina y un par de hombres. Hemos venido todo lo rápido que hemos podido... Vengan... está dentro, todavía no le ha hecho efecto.
..

Tú eliges:

A) Esos hombres tienen algo que ver con la agresión que ha sufrido en la calle. La vieja, no cabe decir que está metida en el ajo. Pero, ¿Cuales son los motivos para semejante ataque?
B) Nuestro protagonista es un esquizofrénico. ¿Qué es real y que no lo es? ¿Que implicación tiene en su vida esa mujer?